Guadalupe Reyes no pierde la esperanza de encontrar a su hija con vida.
Todas las mañanas sale a recorrer las calles de Tecámac, otro municipio
del Estado de México, en busca de una pista que le ayude a dar con
Mariana, de 17 años.
La última vez que la vieron fue el 17 de
septiembre. Iba a sacar copias a la papelería que está a menos de 100
metros de su casa. Desde entonces nadie sabe de ella.
“Hace días
que dejé de dormir”, dice Guadalupe mientras se seca las lágrimas del
rostro. Bernardo González, el padre de Mariana, está derrotado.
“Cuando
salimos a buscarla eran como las 11 de la noche, se había ido a las
nueve. Pedimos ayuda a la policía y su respuesta fue ‘seguramente está
con el novio’”.
Mariana se ha sumado a los más de 1,554
desaparecidos que hay en la entidad, en donde el 70% son mujeres, según
datos del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas, y
el 60% de ellas tiene entre 10 y 17 años.
“En el Estado de México
existe un patrón sistemático similar al de Ciudad Juárez, donde en su
peor año que fue el 2010, moría una mujer cada 20 horas”, comenta
Guadalupe Ramos, representante del Comité de América Latina y el Caribe
para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem).
Los
puntos rojos de esta violencia discriminada, explica, son los municipios
de Ecatepec, Netzahualcóyotl, Chalco y otros siete, la mayoría ubicados
en el noroeste de la entidad.
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